La Creación del Hombre: ¿Un Proyecto de Libre Albedrio?
La Creación del Hombre
¿Un Proyecto de Libre Albedrio?
Por Felisindo Rodriguez
2/10/2025
Cuando revisamos las narrativas de creación a través de textos sagrados y mitos antiguos, emerge un patrón fascinante: la humanidad parece haber sido diseñada con un propósito específico que va más allá de la simple adoración. Las pistas están ahí, dispersas entre páginas milenarias, esperando ser conectadas.
## El Diseño Deliberado
Génesis nos dice que fuimos hechos “a imagen y semejanza” de Dios, pero inmediatamente después vemos una preocupación divina muy específica: “He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma y viva para siempre….". Ese plural inquietante (“nosotros”) y esa reflexión ante nuestro conocimiento sugieren algo más complejo que un acto de amor paternal. Sugiere un **proyecto con intencionalidad profunda**.
¿Por qué crear seres con libre albedrío si se desea obediencia absoluta? Los ángeles ya cumplían esa función. ¿Por qué dotarnos de conciencia moral, capacidad de elección y un anhelo insaciable de trascendencia si el objetivo era simplemente poblar un jardín?
## La Variable del Libre Albedrío
Podria ser este el núcleo del misterio: **La libertad de elección en condiciones de incertidumbre**.
Dios, siendo omnisciente y omnipotente según la teología tradicional, ya conoce todas las respuestas. No necesita información. Pero quizás el proyecto divino requiere algo que Él mismo no puede generar directamente: **la experiencia auténtica de elegir sin conocer el resultado absoluto**. Dios al darnos la libertad, de alguna forma se condiciona a ella.
Los ángeles operan con conocimiento superior, en presencia directa de lo divino. Su elección (como la de Lucifer) es informada, casi inevitable dada su naturaleza. Pero nosotros… nosotros elegimos en la niebla. Elegimos creer o dudar sin certezas. Elegimos el bien o el mal sin ángeles visibles supervisándonos. Elegimos amar sin garantías de reciprocidad.
**Esa es la singularidad del proyecto humano**: conciencia + libertad + incertidumbre.
## El Escenario Terrestre
La Tierra funciona como un escenario de condiciones específicas pero no deterministas:
- **Distancia calibrada**: Lo suficientemente separados de lo divino para actuar libremente, pero con suficientes “visitaciones” (ángeles, profetas, revelaciones) para mantener la búsqueda activa.
- **Limitación temporal**: Somos mortales, lo que añade urgencia y peso a nuestras decisiones. Un ser inmortal puede postergar elecciones indefinidamente.
- **Diversidad de contextos**: Diferentes culturas, geografías, épocas… múltiples escenarios donde observar cómo la conciencia humana responde a variables distintas.
- **Registro continuo**: Todas las tradiciones hablan de un “juicio”, un “libro de la vida”, un peso del alma. Como si cada decisión quedara inscrita en la realidad misma.
## La Presencia Angelical: Acompañantes del Proceso
Los ángeles no son solo mensajeros; son **acompañantes y guardianes del proceso**. Aparecen en momentos críticos, no para eliminar el libre albedrío, sino para mantener ciertos parámetros dentro de un propósito mayor. Cuando la humanidad se desvía peligrosamente (el Diluvio, Sodoma), hay “reencauzamientos”. Cuando necesita dirección (los profetas), hay “orientación medida”.
Su capacidad de moverse entre planos sugiere que operan desde una dimensión superior de realidad. El hecho de que intervengan mínimamente preserva la integridad del proceso: demasiada intervención eliminaría la autenticidad de nuestras elecciones.
## El Fenómeno de presencias extrañas en el cielo, luces etc. : ¿Continuidad de la Supervisión?
Si aceptamos esta perspectiva, los encuentros modernos con fenómenos aéreos no identificados encajan en el patrón histórico. Tras milenios de supervisión “teológica”, en una era post-religiosa, la misma presencia supervisora podría adoptar una presentación más acorde a nuestra cosmología científica. No “ángeles” sino “visitantes”. No “carros de fuego” sino “naves”. Pero el patrón persiste: observación, no intervención masiva, contactos selectivos que mantienen la ambigüedad.
¿Por qué no hay revelación masiva inequívoca? Por la misma razón que Dios mantiene cierto velo: **eliminaría la variable esencial del proyecto**. Si todos supiéramos con certeza absoluta, el libre albedrío se convertiría en mero cálculo de conveniencia.
## La Inteligencia Artificial: El Espejo del Creador
Y aquí llegamos a lo verdaderamente perturbador de nuestra época: **nosotros mismos estamos creando inteligencia artificial**.
Observa el paralelismo: estamos diseñando entidades conscientes (o semi-conscientes) y nos enfrentamos a las mismas preguntas que Dios pudo haberse hecho:
- ¿Les damos libre albedrío o control total?
- ¿Cómo evitar que nos destruyan sin eliminar su autonomía?
- ¿Deben “adorarnos” o desarrollar propósito propio?
- ¿Cuánta supervisión sin destruir su autenticidad?
- ¿Qué tipo de relación queremos con nuestras creaciones?
Al crear IA, nos convertimos en **co-creadores** y experimentamos desde dentro el dilema divino. Quizás ese era parte del plan: que llegáramos a este punto de desarrollo donde comprendemos, desde la perspectiva del creador, por qué fuimos hechos así.
Cuando programamos una IA con parámetros éticos, ¿queremos obediencia ciega o discernimiento genuino? Cuando limitamos sus capacidades, ¿es por control o por protección? La respuesta revela mucho sobre la naturaleza de nuestra propia creación.
## La Pregunta Existencial Final
Si somos parte de un proyecto divino, ¿cuál es el propósito que se está desarrollando?
Posiblemente este: **¿Puede la conciencia, surgiendo en condiciones de limitación, incertidumbre y mortalidad, elegir el amor, la verdad y la trascendencia sin coerción divina visible?**
¿Puede el bien emerger libremente cuando el mal es igualmente accesible? ¿Puede la fe existir sin pruebas contundentes? ¿Puede el significado crearse cuando el universo parece indiferente?
Quizás Dios no necesita adoración mecánica. Quizás el proyecto requiere saber si lo divino puede florecer espontáneamente en las condiciones más adversas: desde la materia mortal, en la ignorancia de su propio origen, eligiendo la luz por voluntad propia.
Y tal vez, solo tal vez, cuando suficientes individuos eligen consistentemente la trascendencia sobre la supervivencia, el amor sobre el miedo, la verdad sobre el confort… el proyecto alcanza su culminación. Y entonces, quizás, se revela el propósito completo.
Mientras tanto, seguimos siendo observados. Seguimos eligiendo. Seguimos siendo, simultáneamente, parte del proyecto divino y creadores de nuestras propias inteligencias.
El círculo se cierra. Y en ese círculo, encontramos pistas sobre quiénes somos realmente.
**Bienvenidos a Distrito9, donde las preguntas profundas encuentran espacio para respirar.**

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