HOMO SAPIENS IMPERFECTUS

 

Homo sapiens imperfectus

por Felisindo Rodríguez  

Farmacéutico Industrial.
 MN 8788  

Introducción

En el artículo anterior de mi blog, *Distrito 9*, titulado "Hacia un nuevo humanismo", reflexioné sobre cómo, a pesar de los avances del siglo XXI y el potencial transformador que conlleva la inteligencia artificial, el ser humano sigue atrapado en los mismos conflictos que lo han aquejado durante milenios. Las guerras, la pobreza y la corrupción continúan propagándose por todo el planeta. Ni siquiera dos guerras mundiales en el siglo pasado han logrado llevar a los gobiernos hacia la cordura y la razón para trazar un camino de prosperidad. La política y las visiones económicas se han polarizado, dando lugar a enfrentamientos estériles. Al mismo tiempo, las religiones tradicionales no consiguen imponer la razón frente a los extremismos y fanatismos que las amenazan.

Aunque existen grandes pensadores cuyas ideas podrían transformar el mundo si fueran escuchadas, la realidad es que esto no ocurre. No es que no sepamos cómo alcanzar nuestras metas, sino que somos incapaces de llevarlas a la práctica.

Esta incapacidad nos lleva a cuestionarnos profundamente: ¿qué nos impide progresar? ¿Qué nos impide dar el salto hacia una humanidad donde el bien propio se armonice con el bien común? ¿Dónde queda la justicia en relación con las ideologías y las ideas partidarias? La respuesta parece residir en nosotros mismos, en cómo pensamos, cómo reaccionamos ante los estímulos emocionales y cómo nuestro cerebro procesa toda esta información, moldeando lo que somos como seres humanos.

Esto nos lleva a reconsiderar nuestra auto denominación evolutiva de Homo sapiens, no ha llegado a la perfeccion deseada.
Quizás deberíamos llamarnos Homo sapiens imperfectus.

El neurocientífico Paul D. MacLean, en 1960, desarrolló un modelo que sugiere que el cerebro humano está compuesto por tres estructuras cerebrales distintas que evolucionaron secuencialmente. Cada una de estas estructuras se encarga de diferentes funciones y refleja etapas de la evolución de los vertebrados. Son las siguientes:

1. Cerebro Reptiliano (R-complejo)

   - Estructura y Funciones: Esta parte del cerebro corresponde al tronco encefálico y los ganglios basales. Es la parte más antigua y primitiva del cerebro, similar al cerebro de los reptiles. Se encarga de las funciones básicas de supervivencia, como la regulación del ritmo cardíaco, la respiración, el control del equilibrio y la coordinación motora.  

   - Comportamiento Asociado: El cerebro reptiliano es responsable de comportamientos instintivos y automáticos, como la agresión, la territorialidad, los rituales y las respuestas de "lucha o huida". Estos comportamientos son esenciales para la supervivencia inmediata y la protección. Maneja las pulsiones primarias instintivas: el alimento (para mantenerse con vida) y la sexualidad (para mantener la especie).

2. Sistema Límbico (Cerebro Mamífero) 

   - Estructura y Funciones: Esta parte incluye la amígdala, el hipocampo, el hipotálamo y otras estructuras asociadas. Es conocida como el "cerebro emocional" y evolucionó en los primeros mamíferos.  

   - Comportamiento Asociado: El sistema límbico está relacionado con las emociones, la memoria y el comportamiento social. Es responsable de la formación de vínculos afectivos, el cuidado parental, el placer, el dolor y la respuesta a recompensas y castigos. Permite a los mamíferos tener comportamientos sociales más complejos y desarrollar relaciones afectivas.

3. Neocórtex (Cerebro Humano)

   - Estructura y Funciones: El neocórtex es la parte más reciente y evolucionada del cerebro, característica de los mamíferos superiores, especialmente los primates y los seres humanos. Comprende aproximadamente el 80% del volumen cerebral humano.  

   - Comportamiento Asociado: Esta región es responsable de las funciones cognitivas avanzadas, como el pensamiento racional, el lenguaje, la planificación, la resolución de problemas, la creatividad y la toma de decisiones conscientes. Permite la autorreflexión, la conciencia de uno mismo, la capacidad de pensar en el futuro y el pensamiento trascendente.

Según MacLean, estos tres cerebros funcionan de manera interconectada, pero a veces pueden entrar en competencia y conflicto. La teoría del cerebro triuno explica por qué los seres humanos a menudo experimentan conflictos internos entre deseos emocionales y decisiones racionales. También ofrece una perspectiva para entender ciertos trastornos psicológicos y comportamientos irracionales, ya que estos pueden estar influenciados por respuestas más primitivas del cerebro.

Si aceptamos la existencia de estos tres cerebros el reptiliano, el cerebro de mamífero y el neocórtex responsable de funciones cognitivas avanzadas como el lenguaje, el razonamiento abstracto, la planificación, la toma de decisiones, y la sofisticación en la interacción social, la creación de culturas y el desarrollo de tecnologías, civilizaciones y religiones, podemos ver con claridad que estamos muy influenciados por el cerebro primitivo reptiliano en comparación con el neocórtex.
A pesar de la sofisticación del neocórtex, las estructuras primitivas (reptilianas y límbicas) todavía influyen en la conducta humana, especialmente en situaciones de estrés, miedo o respuesta emocional intensa. No se requieren estudios profundos para observar cómo la falta de control emocional estalla en situaciones cotidianas, como en un día de tráfico intenso o en el comportamiento desbordado de los hinchas de fútbol durante una final contra un equipo tradicionalmente contrario.

Sumado a esto, el cerebro reptiliano alberga los centros asociados con las pulsiones primarias de hambre (para mantener el propio cuerpo) y sexo (para mantener la especie). Esto se manifiesta en patologías que afectan a la sociedad actual.

Compulsión por la Ingesta de Alimentos 

- 2.000 millones de personas en el mundo tienen sobrepeso.  

- 650 millones de personas son obesas.  

- 2.8 millones de personas mueren por patologías asociadas a la obesidad.  

- El 18% de las muertes atribuibles al sobrepeso en EE.UU.  

- El 10% de las muertes atribuibles al sobrepeso en Europa.

Conductas Sexuales Compulsivas

- 40 millones de personas se prostituyen o son prostituidas.  

- Millones de niños son explotados sexualmente en todo el mundo. Según ECPAT (End Child Prostitution, Child Pornography and Trafficking of Children for Sexual Purposes),  

- 4.8 millones de personas en todo el mundo están forzadas a la explotación sexual, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT).  

- La promiscuidad como conducta natural.  

- La pornografía: Se estima que el mercado global de pornografía genera entre 10 y 20 mil millones de dólares anualmente. Esta cifra incluye ingresos de sitios web de streaming, ventas de DVDs y otros formatos. Los datos de tráfico web indican que los sitios de pornografía tienen miles de millones de visitas mensuales. Por ejemplo, uno de los sitios de pornografía más grandes, Pornhub, reporta regularmente estadísticas de tráfico que incluyen miles de millones de visitas anuales.
- A partir de 2024, se estima que el mercado global de juguetes sexuales está valorado en aproximadamente entre 30 y 40 mil millones de dólares

Conflicto Interno entre el Cerebro Reptiliano y el Neocórtex

El neocórtex, responsable del pensamiento racional y la toma de decisiones conscientes, puede entrar en conflicto con los impulsos más básicos y primitivos del cerebro reptiliano. Este conflicto puede resultar en una lucha interna, donde la persona es consciente de las consecuencias negativas de su comportamiento pero siente un impulso abrumador de continuar. 

Estrategias de Regulación: Las técnicas de regulación emocional, como la atención plena (mindfulness), la terapia cognitivo-conductual y el entrenamiento en autocontrol, pueden ayudar a fortalecer la capacidad del neocórtex para moderar las respuestas instintivas del cerebro reptiliano, asi como las practicas asceticas.

Bases Neurobiológicas y Genéticas

- Dopamina y el Sistema de Recompensa: La dopamina, un neurotransmisor clave en el sistema de recompensa, juega un papel crucial en la sensación de placer y motivación. Los desequilibrios en la dopamina pueden aumentar la susceptibilidad a la compulsión alimentaria y a la adicción sexual.  

- Factores Genéticos: La predisposición genética también puede influir en la actividad del sistema de recompensa. Algunos individuos pueden tener una mayor sensibilidad a las señales de recompensa, lo que los hace más vulnerables a estos comportamientos compulsivos.

La comprensión de cómo los impulsos primitivos del cerebro reptiliano influyen en la conducta moderna puede ofrecer nuevas perspectivas para abordar problemas de comportamiento compulsivo. Reconociendo la interacción entre nuestras raíces cerebrales más antiguas y las capacidades del neocórtex, podemos desarrollar estrategias más efectivas para gestionar estas conductas y promover un comportamiento más equilibrado y saludable.

Hechos estos análisis, vemos que el problema es complejo y la solución, aún más!!!!

Conclusiones

La estructura evolutiva del cerebro ha influido y sigue influyendo en la conducta humana. De hecho, somos lo que pensamos. Estas estructuras cerebrales primigenias aún desempeñan un papel vital en nuestras respuestas y comportamientos; por lo tanto, estamos sujetos a esa fuerza primitiva que nos acerca a la parte más animal de nuestra especie. ¿Podrá la tecnología o la ciencia médica en el futuro modificar esta realidad? Si se pudiera, mediante implantes o medicina, reducir o eliminar aquello que nos hace mal como individuos o como especie, ¿sería lícito? ¿Sería positivo adelantar la evolución de una manera artificial?

Desde otro punto de vista, muchas religiones buscan dar respuesta a este drama de la humanidad de diferentes formas. El cristianismo, sobre todo, muestra la lucha entre esas fuerzas y la búsqueda de un "hombre nuevo" por medios ascéticos. Sin embargo, también vemos que la humanidad se está volviendo cada vez más secular y agnóstica.

Reconocer la importancia de estas influencias primitivas para comprender mejor la naturaleza humana y gestionar nuestras reacciones en el contexto de la vida moderna merece toda nuestra atención, tanto desde la ciencia como desde nuestras creencias.